Los presagios de improvisación y presupuesto para definir con esplendor la promoción del Viejas Glorias Canarias, nos llevó a ser prudentes a la hora de lanzar a los cuatro vientos todo el deseo de continuidad que siempre nos ha caracterizado. No por ganas de propagarlo. Si no por la incertidumbre de unas pocas semanas de puesta en escena, para la realización definitiva.
Por ello, este Viejas Glorias más que nunca lo salvó el titular, La Fuerza de la pasión. El carácter y la tenacidad de tantos moto clubes que no dudaron ni un segundo en activar el valor humano, para encarrilar las decadencias. Todos a una. Con Frío, sol o lluvia, con dinero o sin dinero. Solo cuenta el Viejas Glorias Canarias. Que lujo de entrega.
El municipio norteño de Arucas, tanto tiempo dormido, en el silencio de su parque, en la latitud de su otoño, descubrió con sorpresa un mundo poco visto y menos compartido, las motos y su historia, la belleza clásica de su patrimonio arquitectónico, con la sobriedad tradicional del arte en la cantería. Edificios antiguos y calles reacondicionadas al valor de la elegancia de su Iglesia, fueron testigos mudos del paso de este carrusel motero anual.
Siempre que hemos tocado el norte, nos acaba lloviendo, presagio que se cumplía sin mucho rigor pero con ciertas amenazas. La primera la de tener que mover el horario del comienzo del trial al mediodía del sábado, ante el estado del barrizal del estanque. De las lluvias de la madrugada, anterior. Así sucedió y al final se realizó en el mismo presagio y oreo del tiempo ganado.
Como siempre para los incondicionales del trial de clásicas, la alegría de compartir una exhibición con la historia, pilotos de Tenerife. De Gran Canaria, de Alemania, de Cataluña, un montón de amigos, en cuyo deseo de participación y excusa de visita está el valor de la fiesta. Donde los ganadores, no importan, ni el nivel, solo la gratificación de ver las caras del tiempo y la práctica.
Mientras en la plaza de la constitución y el parque de las flores, el peregrinar de motos y moteros era un rosario permanente, de venir, ver y quedarse unas horas, y mañana volveré con mis amigos, o familia. Había que escudriñar y comprar gangas, había que mirar otra vez aquella reliquia de los años 20. Y muchos detalles que a la primera no te quedas.
Una reunión de ilustres pilotos de los cincuenta tiene lugar en la plaza, en la esquina, abrazos de emoción y sorpresa en el reencuentro. Años de no verse y de repente, apareció el mago Pepe Monzón que unió a la década de los pioneros. Eran los padres de la patria, los que sentaron la primera piedra del motociclismo deportivo en Canarias, Los hermanos Falcón, Naya, Juan Jorge Blanco, Diego Suárez, Andrés Verona, Antón, Mario Álamo, Ricardo Suárez, Juani Herrera, Pipo Manzano, Antonio Trujillo, etc.
Tertulia emotiva en la casa de la cultura, disfrute acogedor en el encuentro, compromiso cumplido con la historia, este año más que nunca aquellos veinte héroes y tantos otros que no pudieron asistir se sintieron integrados y reconfortados de saber que el futuro unió el pasado y realzó sus razones. Gratitud y continuidad eran los valores enmarcados.
Abajo en las calles, sesenta carpas alineadas daban cuenta del mejor rastro motero, montado en la historia de este evento, gente nueva, tiendas diferentes, un montón de material, que encontraban comprador, que alegraba la cita. Repuestos clásicos con la apuesta de Saúl, accesorios de todos los gustos y niveles. Y muchas gangas. Unido a comerciales con mucha solera y predisposición.
Llegó la tarde y las carreras de cintas, la prueba del buche, y el rallye de regularidad que entretuvo a unos cuantos adeptos en la niebla y lluvia del norte. Mientras en la plaza de la constitución, los chicos de Espacio Libre, montaban un concierto de pop / Rock del momento, magnifico y animado entretuvo a los amigos hasta el homenaje a los moteros caídos, que volvió a dejarnos emotivos, en la voz de Davinia, interpretando, “Si tu no estas aquí” de Rosana. En el recuerdo de tantos corazones y al son de las bengalas de colores.
El domingo, se presagiaba, el llenazo histórico, cuestión que se confirmó acercando a las doce de la mañana. Los moteros de Gran Canaria, entraron en paseíllo por el desfile del honor, los “Setenteros” Los amigos de Jonás, el Moto club Vespa Gran Canaria, Los Angeles, Moteros del norte, Los lajas, Moteros del Taro. Una mezcla de clubes y colectivos que han encontrado el espacio de su condición en la ensalada de las Viejas Glorias.
Y llegó la hora mágica, la banda de música de Arucas, con su director Juan José Falcón Santana, y una veintena de componentes, nos embelezó de placer, con un conciertazo de bandera, le llovieron aplausos y público, nunca antes tuvo tanto sentido las Viejas Glorias de la música, temas inolvidables al redoble y paz de los perfiles de una gran orquesta, toque divino y elegancia sutil del día grande de las pasiones encontradas.
Allá en el otro lado del parque, los pasillos de la guerra, dan cuenta de hileras de curiosos, los jardines centenarios, dan cobijo a leyendas. La Kawa Martin de “Ajonai” luce verde competición ante la mirada de anónimos y aficionados sorprendidos, el amigo “Fili” devuelve el honor a HRC con un Stand de bandera, la RC45 de Mario, la CB1100 R suya, la VFR o la mismisima RTL Réplica Lejenue. Auténticas y genuinas series limitadas made in Japan.
Los amigos del Moto club Sin Frenos de Telde. Rozaron la plenitud con una veintena de máquinas anteriores a los años treinta. El Club de automóviles antiguos de las Palmas y el esfuerzo de D. Andrés, con la Indian con Side. La DKW o la Machlesst. Los chicos del puente, Tony Santana, los amigos de las setenta. El Stand de la solidaridad de San Juan de Dios. La promoción mejor realizada de la cuna de campeones canarios por la Federación Interinsular de motociclismo.
En los otros pasillos seguía el mayor despliegue y exhibición del Moto club de Motocicletas Clásicas y Antiguas de Gran Canaria con más de sesenta clásicas de todas las cortes y países, y además, gente nueva con su propio material, en la parte alta y frente al viejo edificio de la comunidad de regantes de Firgas y Arucas, Abrahán y Mª Nieves usan la fuente más vistosa para montar su Stand de variedades, en el resto de pasillos y rincones aún hay espacio entre las flores para la magnifica exposición de fotografías de momentos de Gloria. De Marcelino Ortega.
Tantos detalles simpáticos que pasaran inadvertidos y anecdóticos, como la asistencia a tres bodas dentro del Viejas Glorias, el descubrimiento de Manuel Fangio “el pajarito” de Arucas, aquel famoso piloto de los años cincuenta que corrió con motos de pequeña cilindrada. Que al responsable se le perdieron los regalos y hubo que improvisar los recuerdos en tiempo record, el día después. Que los bares agotaron las existencias, que la corporación municipal estuvo en pleno numérico y agradecidos. Que la educación y comportamiento de todos los moteros que participaron fue excelente y ejemplar.
Y además los policías municipales eran moteros, los jardineros también y hasta los barrenderos tenían motos, con tantos puntos a favor, nadie. Culpó a nadie, de los errores. Nadie parecía forastero, Nadie reparó que había que retirarse, por que el Viejas Glorias se había clausurado. Esta vez, quiero pensar que José Danone, Alberto Santana y Nico Santana Nos echaron una mano y una sonrisa desde arriba.
Gracias a todos, fue maravilloso.